La Casa de Castilla-La Mancha en Alicante inaugura este 11 de mayo la exposición “Mundo cervantino” con la colección de Soria.
Ese mismo día, Soria presentará la Enciclopedia Gráfica La Mancha y el Quijote y su cuento ilustrado sobre el capítulo 21 del Quijote, que acaban de salir a la venta .
Luis Soria Galera ha sido uno de los principales peluqueros españoles, con una marca, Galera, extendida por todo el territorio nacional, y un prestigio que ha traspasado nuestras fronteras; sin embargo, lo que hoy le trae a Hoja del Lunes es su afán por coleccionar todo lo relacionado con uno de los mayores personajes de la literatura universal, Don Quijote de la Mancha.
Todo comenzó, según nos cuenta este peluquero alicantino de adopción, albaceteño de nacimiento, por su pasión por la que ha sido su profesión toda su vida: la peluquería. Su ansia de conocimiento “me llevó a estudiar su nacimiento, cómo evolucionó, su historia a través de Egipto, de Roma… y así, de una manera inocua, comencé coleccionando bacías”.
Actualmente, cuenta con más de 800 bacías, esa herramienta del barbero de toda la vida, tipo palangana, que también usaban los sangradores o cirujanos menores a lo largo del desarrollo de la Medicina y que con tanto orgullo llevaba el famoso hidalgo manchego como si realmente de un yelmo se tratara. “Tengo bacías de latón, de porcelana, de plata, decoradas… Incluso una pintada por el propio Picasso”, destaca, recordando que así pagó por sus servicios el pintor malagueño a su barbero de Buitrago.
Exposición “Mundo cervantino” de Luis Soria Galera en la Casa de Castilla-La Mancha
Este jueves, 11 de mayo, a las 18:00 horas, la Casa de Castilla-La Mancha de Alicante acogerá la exposición “Mundo cervantino” con las piezas más destacables de lo que lleva más de treinta años compilando, tras haberse realizado “La bacía del Quijote de Luis Soria”, en el Museo de Cuenca, o una muestra de “La bacía del Quijote”, en el salón del actos del Ayuntamiento de El Toboso.
El capítulo 21 de la novela cervantina, en la que se narra precisamente el momento en que el hidalgo lucha contra un barbero y se queda con su bacía, es su preferido. “Conviene recordar”, nos explica Luis Soria con el entusiasmo brillando en sus vivos ojos, “que el padre de Cervantes era cirujano menor: no era médico, era lo que se conocía como sangrador, profesión que muchas veces desarrollaban los barberos, de ahí que también usase las bacías” y probablemente de ahí le vendría al autor la idea de usarla como yelmo para su genial personaje.
A este respecto, nos informa Soria, “ya en el siglo XVI, los Reyes Católicos tuvieron que promulgar una pragmática en la que definían claramente las diferencias entre unos y otros y sus diferentes funciones: para ser sangrador uno tenía que ser examinado, mientras que no hacía falta examen o licencia para afeitar con navaja o tijera”.
De las bacías, pues, Soria llegó a don Quijote, su paisano, y con él, a miles de productos relacionados con el caballero de la triste figura. “Tengo sellos, monedas, barajas (algunas hechas específicamente por encargo), vinilos de obras de teatro, vinilos de bandas sonoras, carteles de cine rusos, chinos, lotería, cromos coleccionables, vitolas de puros…”. Hasta tal punto, según confiesa, “que he tenido que parar y ya no colecciono más, aunque me cuesta resistirme cuando me entero o veo algo que todavía no tengo”.
Su amor por el Quijote también se refleja, lógicamente, en la literatura, y Soria tiene en su haber unos 300 libros del hidalgo manchego. Su pasión le ha dado tanta sabiduría, que es un experto en el tema, lo que le permite dar charlas por colegios a los que le invitan o haber reeditado la Enciclopedia Gráfica La Mancha y el Quijote (ECU) en la que aparecen fotografías de hace más de 100 años de los pueblos y lugares por donde pasó Cervantes y que aparecen en la novela. El prologuista de esta obra es del periodista y crítico de Arte, Alfredo Aracil.
En la línea de atraer a esta joya de la literatura universal a los más pequeños, esta semana saldrá a la venta un cuento, El caballero andante don Quijote de la Mancha, con poco texto, sobre el capítulo 21, con ilustraciones del pintor Francisco García Parra. Además de narrar la anécdota de la bacía, se han incluido, en un amplio anexo, todos los personajes que aparecen a lo largo de la novela, con el añadido de que se pueden colorear. Ambos libros se presentarán en la Casa de Castilla-La Mancha el día de la inauguración.
