Se ha ido Paco García-Hortal, nos ha dejado con un hasta luego ilusionante… como él era, como él vivía.
Cuando le pedimos que esbozara un perfil para la Hoja del Lunes, nos sorprendió con estas líneas, «¿cabe todo esto?, que lo he acortado…» -preguntó- ¡Cómo no, que tu prolífica vida es difícil reducirla a pocas palabras!. He aquí las suyas:
«El piloto que cambió el cielo por el mar, que nació en la judía-árabe-cristiana ciudad de Guadix, que charló con el profesor Stephen Hawking, que trató al Premio Nobel Severo Ochoa, siempre acompañado del profesor Cadenas, que tomó copas con Toni Curtis, perdió al ajedrez con Karpov, ganó al mus a Sancho Gracia y besó la mano de la princesa Diana de Gales.
Miembro de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante, de la Real Sociedad Geográfica, de la Asociación de Empresarios Gallegos en Madrid, peregrino de Honor de Galicia, almirante del Gran Navío del Estado de Nebraska, Sheriff de Texas, exdirector de los aeropuertos de Menorca, La Coruña, Santiago de Compostela, Madrid-Barajas y dos veces del de Alicante, expresidente de la Asociación para la Defensa de los Pensionistas y de la Confederación de Mayores y Jubilados, eligió para vivir el otoño de su juventud (ya pasado de fecha), la brutal luminosidad de la ciudad mediterránea y marinera de Torrevieja».
Reproducimos también uno de sus poemas, para que sintamos y nos emocionemos con él y con la forma en que Paco entendía el significado de Vivir:
Vivir
Me preguntas qué es vivir teniendo en cuanta mi edad,
a pesar de ser la edad un guarismo y nada más.
Pues te diré qué es vivir, con mi edad y con tu edad:
Es un amar y un soñar hasta que deba partir
tu vuelo a la eternidad.
Es ser dueño de grandezas…
que no se pueden comprar con ulceradas riquezas:
Es negativa a adular y estoicismo al enjuiciar.
Es equidad generosa para poder compartir.
Es el azul de los cielos besándote al despertar.
Es todo menos perder el honor y la nobleza
a cambio de un pedestal hecho de halago y poder…
Es todo menos morar en el retiro dorado
que lo amoral te ha donado por tu culto al vil metal.
Es todo menos huir de lo que es tu realidad,
que una cosa es el soñar, estar, y ser, y anhelar,
sentir, ansiar y querer, resiliente hasta morir,
y otra cosa es el huir de la Vida y la Moral,
de lo que es la Humanidad para bien y para mal.
Huir es un dormitar, malgastar y cuatrear
la fortuna de la Vida; la aventura de vivir.
Es algo como atracar en muelles de vacuidad
ayunos de coloridos, y a la vez, un navegar
por alhóndigas de gas… que suele estar corrompido.
Es cambiar por sombra gris, penas, daños y dolores,
ilusión, musas y amores. Es el alfoz y arrabal.
Es el tiempo que se resta a este corto transitar,
que va de la alfa a la omega, errando sin marcha atrás.
Vivir es un caminar por empedrados de nubes
con bulla en la voluntad.
Vivir es filantropía: Es derramar altruismo
por donde quiera que vas.
Vivir es el conjugar, en duradero presente,
los tiempos del verbo amar.
Vivir es un navegar por un depravado mar,
en estuche de cristal sin fallas y sin fisuras,
de un cristal que deja ver el alma a la humanidad,
pero sin contaminar por tan corrompido mar.
¡Vivir es independencia!
Vivir es sobrevolar en este Mundo tan cruel,
tan villano, tan servil, tan bellaco y tan infiel,
por encima del fangal,
bajo unos cielos azules y noches de luna clara,
gozando las cosas bellas…
mientras espera la barca, plácida, serena, calma,
y sin caóticas prisas, de Caronte, en las estrellas.
Del poemario: Desolvidos
Paco García-Hortal, ¡descansa en paz!