Alicante estrena el «Réquiem» de Dvořák por primera vez en la historia

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La Junta Mayor de Hermandades y Cofradías ofrece este Concierto de Semana Santa con Virtuós Mediterrani al cumplirse 120 años del fallecimiento del compositor checo

La orquesta Virtuós Mediterrani, el coro de cámara Patnia de San Javier y los cuatro solistas Gema Scabal (soprano), Ángela Lorite (contralto), Alberto Herranz (tenor) y Armando del Hoyo (bajo), todos bajo la dirección de Gerardo Estrada, interpretarán el Réquiem de Antonin Dvořák el próximo 8 de marzo, a las 20.15 horas, en la Concatedral de San Nicolás. La entrada es libre hasta completar aforo.

En Alicante gozaremos de la primera audición de esta obra tan particular en el Concierto de Cuaresma que ofrece la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de la capital, quienes decidieron apostar por este proyecto, precisamente al cumplirse 120 años del fallecimiento de Antonin Dvořák.

Ya consagrado y conocido en gran parte del mundo por varias de sus obras maestras, Antonin Dvořák firmaba en 1890 la última página de su Réquiem. Una obra que, a diferencia de muchas otras de la misma índole (Mozart o Verdi, por ejemplo), no estaba relacionada con ninguna motivación personal o extra musical directa, sino de un encargo del Festival de Birmingham, para ser estrenado en 1891.

El compositor checo concibió una obra monumental, de sólida estructura basada directamente en la liturgia católica para la misa de difuntos, incluyendo la secuencia Dies Irae (días de ira) que años después fue suprimida por el Concilio Vaticano II por su visión terrible y dramática del juicio final, ya que no iba en concordancia con el enfoque eclesial sobre el regreso a la casa del padre.

Dvořák concibió su Réquiem como una obra sacra de concierto bien para las salas o para los templos pero, por sus titánicas proporciones, nunca para el uso litúrgico.

Todo esto no le resta un ápice de valor espiritual y musical a la obra. Se trata de un Réquiem sobrecogedor con momentos de sumo lirismo y momentos muy poderosos, con un leitmotiv omnipresente que llega a aparecer incluso en alguna otra obra del compositor para hacer referencia a la muerte. Es un Réquiem profundamente romántico donde llega a aparecer incluso alguna pincelada del Dvořák más apegado al folklore de su tierra (en la fuga del ofertorio, por ejemplo), combinando momentos brillantes con momentos oscuros, reflexivos, amenazantes y hasta lúgubres.

Quizás por sus proporciones hercúleas no exentas de dificultad, es una obra que, lamentablemente, se pone poco en escena a nivel mundial. En España, se ha representado una vez en Barcelona y una en Madrid según los registros existentes, aparte de una ejecución por parte de artistas checos de gira por el país.

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