A raíz de lo ocurrido en el programa “Les noticies del matí” de la televisión autonómica valenciana À Punt donde el expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, ha prohibido preguntarle y dirigirle la palabra al director de la Cadena Ser en la Comunitat, Bernardo Guzmán, desde la APPA volvemos a insistir en la importancia que para el buen desarrollo de la democracia tiene la libertad de prensa concretada, una vez más, en la no señalización desde la política a los periodistas que ejercen su trabajo.
El expresidente Camps, al igual que cualquier otro político, tiene derecho a no contestar, e incluso a no asistir al programa, pero no a querer que se prohíba la intervención de ninguno de los otros contertulios, así como que no le cuestionen, o incluso, como ha llegado a insinuar, a limitar quién debería o no estar invitado por la cadena de televisión.
Como bien ha manifestado el presentador de Á Punt, Óscar Martínez, el espacio que modera recibe diferentes tertulianos cada semana para entrevistar a un invitado diferente y “caben todas las opiniones. Eso es la democracia”.
La libertad de expresión y la libertad de información no pueden ser puestas en tela de juicio con tanta naturalidad como se está haciendo últimamente desde la clase política y, en el caso de que hubiera mala práctica profesional por parte de algún compañero periodista, desde la APPA recordamos que hay cauces para ponerles remedio, como la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España o los medios legales.
