Profesionales emprendedores se encuentran con trabas para desarrollar sus proyectos de medios digitales
Noticia de FAPE
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) reclama al Gobierno y a los grupos parlamentarios que tengan en cuenta la nueva situación en la que se mueve la profesión periodística, con un creciente número de profesionales por cuenta propia, que obliga a adaptar la legislación, incluso para facilitar la creación de empresas del sector que contribuyen a fomentar la pluralidad informativa desde una óptica profesional.
En una reciente reunión mantenida con representantes de la Dirección General de Comunicación del Ministerio de la Presidencia, junto con representantes del Foro de Organizaciones de Periodistas, ya se ha hecho llegar la petición de que se proceda a establecer dentro de la Sección de Actividades Profesionales, una agrupación específica para los periodistas y otras profesiones relacionadas con la comunicación social en la que deberá incluirse un grupo concreto para los profesionales que ejercen el periodismo por cuenta propia. La misma solicitud, a través de la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGP-TV), se ha hecho llegar, para los fotógrafos de prensa y cámaras.
Actualmente, cuando un periodista que ejerce una actividad profesional, calificada como tal por la propia Constitución Española, en su artículo 20 -cuando al referirse al derecho a comunicar información veraz señala que la ley regulará el derecho a la clausula de conciencia y al “ejercicio profesional”- intenta cumplimentar la declaración de alta en el IAE, se encuentra con que no figura la profesión dentro de las actividades profesionales.
Si bien es cierto que la Agencia Tributaria señala, dentro de la información que facilita a los contribuyentes, que la actividad de periodista realizada por una persona física debe clasificarse en el grupo 861 de la Sección 2 (pintores, escultores, ceramistas artesanos, grabadores y artistas similares) ya que la agrupación 86 tiene por título profesionales liberales, artísticas y literarias, no es menos cierto que dicho encaje solo puede calificarse como “forzado”.
Hoy día son miles los profesionales que ejercen el periodismo por cuenta propia, resultando imprescindible que puedan encuadrarse en un epígrafe fiscal adecuado, ya que no puede considerarse lógico que personas que ejercen una profesión calificada como base y sustento del propio sistema democrático, no dispongan de un encuadramiento adecuado a la hora de sus relaciones con la Administración tributaria, máxime si se tiene en cuenta que tal encuadramiento está directamente relacionado con la posible aplicación o exención de tributos tales como el Impuesto sobre el Valor Añadido.
Asimismo, se considera necesario que exista una equiparación del tratamiento fiscal a la elaboración de artículos en diarios y revistas, donde solo se realiza la retención del IRPF, y eliminar el 21% de IVA que se carga para otros soportes, como agencias de prensa o producción informativa audiovisual, aún tratándose del mismo trabajo. Es decir, por decirlo de una manera más simple, una crónica elaborada para un periódico no lleva IVA pero éste se carga si el soporte es una agencia de noticias o un reportaje de televisión.
Por otra parte, los nuevos emprendedores de medios digitales, muchas veces obligados a ello por haber sido víctimas de expedientes de reducción de empleo, periodistas profesionales, se están encontrando con numerosas trabas, pese a que desde el Ejecutivo se invita y se llama al trabajo de forma autónoma. La FAPE, como organización profesional, trata de buscar soluciones a los problemas de los periodistas, un sector que ha cambiado, a raíz de la crisis, que no sólo ha incidido en el aumento del número de desempleados, muchos de ellos con gran experiencia y antigüedad en las redacciones, sino también en la propia actividad, aumentando el número de autónomos, en detrimento de los trabajadores por cuenta ajena, creando sus propios medios de comunicación, convirtiéndose en editores de medios, en su mayoría digitales.
En este campo vinculado a la tecnología digital, también promocionada desde numerosos ámbitos de la Administración, no se comprende cómo la suscripción a un diario digital está sometida al 21% de IVA, mientras si se trata de una cabecera de papel baja al 4%. De ahí que se considere urgente la equiparación del tratamiento fiscal a una cabecera de papel, con el 4% de IVA, a la suscripción a un diario digital. La FAPE no aboga porque se castigue a la industria de papel, sino porque no se discrimine al periodismo digital, equiparándolo a cualquier negocio de entretenimiento o simplemente comercial en Internet.
La realidad nos ha conducido a una nueva modalidad de editores, profesionales del periodismo, que han arriesgado sus ahorros, capitalizado el paro o reunido fondos de pequeños inversores para crear un nuevo medio, dando empleo a otros periodistas, que defienden el periodismo y la empresa periodística en la realidad digital, y no exclusivamente en la del papel.
La FAPE lamenta que el Gobierno no impulse una mesa del sector de la prensa, especialmente importante y estratégico en el sustento de una democracia, que ha sufrido una gran sangría de puestos de trabajo y de cierres de medios, desde 2008, con lo que conlleva de pérdida de un valor como el pluralismo, donde estén representados desde los editores a los sindicatos y las organizaciones profesionales, para buscar soluciones a todos estos problemas, junto con la Administración, después de conocer la realidad a través de un diagnóstico plasmado en un libro blanco.
Los periodistas no sólo se están viendo fuera de sus puestos de trabajo por cuenta ajena sino que les está resultando extraordinariamente difícil crear los medios, debido a numerosas trabas y marañas burocráticas.
Asimismo, la FAPE reitera su petición al Grupo Popular en el Congreso de los Diputados de que cumpla sus promesas expresadas en la Cámara Baja, hace un año, en el sentido de que iba a presentar una proposición no de ley sobre medidas contra la crisis de la prensa, tras rechazar una iniciativa parlamentaria socialista que también contó con los votos en contra de UPN y Foro Asturias y con la abstención de UPyD.