La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), rechaza la decisión del Gobierno valenciano, del Partido Popular, de cerrar la televisión pública autonómica tras el fallo del Tribunal Superior de Justicia que declara nulo el ERE que supuso el despido de un millar de trabajadores, un 70 por ciento de la plantilla.
La FAPE exige a la Generalitat valenciana que se replanteé el anunciado cierre de RTVV y busque una alternativa de futuro basada en una gestión austera, independiente de los gobiernos de turno y con la financiación suficiente para garantizar un servicio de interés general.
La FAPE considera que este cierre es un duro golpe a la democracia, al periodismo, a la libertad de expresión, a la pluralidad y al derecho de información de los ciudadanos.
Este cierre ratifica la manifiesta incapacidad de los políticos de garantizar la existencia de unos medios públicos plurales e independientes. Por el contrario, los políticos se empeñan en convertir estos medios en órganos de propaganda de usar cuando conviene y de tirar cuando no sirven a los objetivos planeados.
Son medios que, cuando son gestionados con rigor e independencia y ofrecen servicios informativos basados en la veracidad y la imparcialidad, fortalecen la convivencia, la cultura y la lengua propia de una comunidad, fomentan el diálogo cívico y dan espacio y voz a colectivos que no encuentran hueco en los medios privados.
La FAPE confía en que este cierre no sirva de modelo al Gobierno autonómico de Madrid, cuya cadena pública está pendiente de una resolución del Tribunal Supremo sobre la nulidad del ERE dictaminada por el Tribunal Superior de Justicia.
La FAPE sostiene que la Directiva europea de Servicios de Medios Audiovisuales marca el modelo a seguir con medidas como la profesionalización de la gestión, la creación de un plan estratégico que establezca los recursos de producción (interna y externa) y los aspectos financieros, dote de más recursos a los servicios informativos y establezca la rendición de cuentas de los responsables de la cadena.
El cierre de RTVV aporta otro capítulo negro a la crisis que está viviendo la profesión periodística en términos de empleo y de desaparición de medios. El Observatorio de la Crisis de la FAPE ha documentado la destrucción de 10.500 puestos de trabajo periodísticos en los últimos cuatro años, la mitad de los cuales desaparecieron en 2012.
APOYO AL COMUNICADO DE LA UNIÓ DE PERIODISTES VALENCIANS
La Federación respalda también el comunicado elaborado ayer noche por la Unió de Periodistes Valencians, asumido por la Asociación de Periodistas de Castellón, ambas federadas en la FAPE, y que dice lo siguiente:
“La Unió de Periodistes Valencians expresa su más enérgica protesta por el cierre de la RTVV así como su estupor e indignación por la forma en que se ha hecho.
Vista la decisión del Consell, la Unió de Periodistes Valencians considera que el cierre de la Radio Televisión Pública Valenciana es un ataque al pluralismo informativo contra una televisión pública de calidad, que se creó en 1989 con el objetivo claro de vertebrar nuestro territorio y ayudar a la normalización de nuestra lengua.
Además, exigimos a la Generalitat que se replanteé el cierre de las emisiones y la posibilidad de hacer viable una televisión pública y necesaria para las generaciones actuales y futuras, una televisión y radio públicas de calidad y en valenciano para toda la ciudadanía…”.
“Desde la Comisión Ejecutiva de la Unió de Periodistes Valencians consideramos que hoy es un día de luto para nuestro colectivo, que nunca se hubiera imaginado un atentado tan grave contra la profesión periodística y el pluralismo en los medios públicos …”.
